Habrá vigilancia de las condiciones de los temporeros durante la vendimia en Castilla-La Mancha
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El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha presidido la reunión de la Comisión Regional de Flujos Migratorios en Campañas Agrícolas, para preparar la próxima campaña de la vendimia en la comunidad autónoma. Tierraseca ha avanzado la intención de “reforzar la vigilancia sobre las condiciones laborales de los trabajadores temporeros” que participen en esta campaña, en la que este año, desde la Inspección de Trabajo, “además de seguir el plan programado, se va a hacer también especial hincapié en la prevención del COVID-19”
El delegado del Gobierno en la región ha recordado también “la obligación de los empresarios agrícolas de cumplir con la normativa existente” que recoge la necesidad de atender la necesidad de alojamiento de los trabajadores que participen en la campaña de la vendimia, según ha informado la Delegación en nota de prensa.
Ante ello, Francisco Tierraseca ha hecho un llamamiento “a la responsabilidad” de los empleadores para que la campaña “se desarrolle dentro de la normalidad” y tenga resultados positivos tanto para contratadores como para contratados.
“A estas alturas de siglo XXI no podemos consentir, ni debemos tolerar, que haya bolsas de miseria e insalubridad en nuestros pueblos”, ha manifestado el delegado. Para evitarlo, “los instrumentos que tiene a su disposición la Administración General de Estado son la Inspección de Trabajo y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y en el control de esas buenas condiciones de trabajo ambos van a tener un especial celo”.
GUÍA DE RECOMENDACIONES
En la reunión, el delegado del Gobierno también se ha referido a la existencia de la reciente ‘Guía sobre la prevención y el control de la COVID-19 en las explotaciones agrícolas que vayan a contratar a temporeros’, publicada por el Ministerio de Sanidad el pasado 3 de agosto, y que engloba “una serie de recomendaciones” para evaluar, y minimizar en lo posible, el riesgo de exposición a este virus “tanto en las explotaciones como en los alojamientos que se les proporcionen”.
Entre esas propuestas se plantean, entre otras, “tratar de limitar las cadenas de contacto y transmisión tanto como sea posible” formando, como ejemplo, “cuadrillas o grupos de trabajo estables” y vigilando que en el transporte de las mismas se guarden todas las medidas de prevención y, a su vez, cumplir con las recomendaciones sanitarias y con los requisitos que establece la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
El documento contempla igualmente la conveniencia de trasladar a los trabajadores una relación de síntomas que deben vigilar y, en caso de presentar sintomatología, la petición de no acudir a la explotación hasta que no se le haya realizado una valoración médica. Asimismo, se recuerda la obligación de usar la mascarilla, de mantener la distancia social siempre que sea posible y de maximizar las medidas de limpieza, tanto para los temporeros (en el caso de que acudan con medios propios de transporte), como para los empresarios (en cuanto a alojamiento, transporte y equipos de trabajo).