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Hemos aceptado que la pandemia cambió nuestras vidas, provocando mayores niveles de incertidumbre laboral, ansiedad generalizada y sintomatología depresiva, con un impacto especialmente significativo en las personas trabajadoras de todas las generaciones, siendo más pronunciado en las mujeres en comparación con los hombres.

Desde una perspectiva generacional, la juventud de la generación Z y las personas millennials destacan por presentar mayores niveles de incertidumbre laboral, ansiedad generalizada y síntomas depresivos. Por otro lado, la generación baby boom refleja una mayor incidencia de ansiedad, principalmente derivada del miedo al contagio por covid-19, como una consecuencia directa de la experiencia vivida durante la pandemia.
Este análisis se basa en el primer estudio sobre el impacto del covid-19 en la salud psicológica y emocional en el ámbito laboral, realizado por el Observatorio Generación & Talento y la Universidad Europea, que examinó a las cinco generaciones presentes en el entorno laboral (Tradicional – BabyBoomer – Generación X – Generación Y – Generación Z).

 

Una atención con perspectiva generacional e inclusiva

El estudio pone de manifiesto que las mujeres requieren una atención específica que contemple la perspectiva generacional. Las necesidades emocionales y psicológicas de las mujeres jóvenes no son las mismas que las de aquellas en etapas más avanzadas de su vida laboral. Si el objetivo es potenciar la salud emocional y garantizar un óptimo desempeño, es esencial considerar estas diferencias y diseñar medidas adaptadas a cada realidad.

 

Generación tradicional (antes de 1955):

Experimenta mayores niveles de incertidumbre frente a cambios rápidos en el entorno laboral, así como miedo a la jubilación. La pandemia pudo incrementar su aislamiento social y el estrés relacionado con el temor al contagio. Esto afectó a su bienestar emocional.

Baby boom (1955-1969):

Muestran una mayor prevalencia de ansiedad, principalmente derivada del miedo al contagio por covid-19. Este colectivo, habituado a contextos laborales más estables, puede sentirse desafiado por los cambios tecnológicos y las dinámicas postpandemia.

 

Generación X (1970-1980):

Experimenta estrés por la carga de responsabilidades, al ser la generación "puente" entre los cambios tecnológicos y culturales. El equilibrio entre la vida laboral y personal se ve tensionado, aumentando la ansiedad y el agotamiento emocional. Tienen miedo a no ser reconocidos por sus logros, al despido y a no llegar a la jubilación. 

 

Millennials o generación Y (1981-1995):

Enfrentan altos niveles de incertidumbre laboral agravados por la pandemia. La ansiedad generalizada y la sintomatología depresiva son frecuentes, influenciadas por expectativas laborales inciertas y la presión para mantenerse competitivos en un entorno cambiante. Su salud psicológica se ve especialmente afectada por la precariedad laboral, la impaciencia y el impacto que tiene la cantidad de tiempo empleado en dispositivos electrónicos. 

 

Generación Z (1996 en adelante):

Es la generación más impactada por la incertidumbre laboral y el estrés, especialmente en sus primeras experiencias en el mercado laboral. La pandemia intensificó su ansiedad, afectando su confianza en el futuro y su bienestar emocional. Falta de identidad entre lo digital y lo real debido al impacto del mundo digital. 

Los jóvenes suelen ser un colectivo especialmente afectado por la realidad que vivimos y requieren de una atención específica para potenciar su salud emocional y que vuelvan al máximo rendimiento. Esa atención debe tener una perspectiva generacional, ya que sus circunstancias vitales y laborales son muy distintas al resto de las otras generaciones de trabajadores.

 

Por otro lado, los seniors son un colectivo especialmente afectado por la crisis sanitaria y las consecuencias que puede tener en su salud física y emocional el contagio por covid-19. Por este motivo, también necesitan una atención específica para potenciar su salud emocional y que vuelvan al máximo rendimiento. Esa atención debe tener una perspectiva generacional ya que sus circunstancias vitales y laborales son muy distintas al resto de las otras generaciones de trabajadores. La generación baby boom ha enfrentado desafíos únicos en su salud psicológica debido al impacto de la pandemia, especialmente por su percepción de mayor vulnerabilidad. Además, esta generación, acostumbrada a entornos laborales más estables, puede experimentar estrés al adaptarse a cambios rápidos, como la transformación digital y las nuevas dinámicas de trabajo híbrido.

 

En Europreven con base en los resultados, los principales hallazgos y datos obtenidos, hemos desarrollado diferentes programas online que ponen foco en ayudar a las diferentes generaciones y colectivos, en función de sus necesidades específicas, abordando entre otros, aspectos como:

•    Gestionar el nivel de ansiedad.
•    Conocer cómo manejar la incertidumbre.
•    Aprender a lidiar con el desánimo. 

 

Entendemos que el bienestar psicológico y emocional de las personas trabajadoras es clave para su desarrollo y rendimiento. Apostamos por entornos laborales inclusivos que cuiden de la salud mental y emocional de todas las generaciones. ¡Juntos, construimos empresas más saludables y resilientes!

 

Autor: Xavier Pladevall, responsable territorial de Cataluña en Europreven. 
 

 

 

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