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En estos dos años, el escenario en multitud de ámbitos ha ido cambiando por circunstancias devenidas por la irrupción del Covid, y por consecuencia de todo ello, no paramos de ver las secuelas que este Sars Cov-2 está dejando en diferentes ámbitos, y uno de ellos, y del que vamos a hablar, es el del ámbito laboral, en  la incidencia que tiene en el aumento del estrés, la ansiedad y la depresión, y las repercusiones que ello está, suponiendo a los trabajadores, y que se refleja entre otras circunstancias en las bajas por ansiedad y depresión.

Hay que recordar que dado que estas patologías no vienen incluidas en el catálogo de enfermedades profesionales, y las bajas producidas por estas circunstancias se contabilizan dentro como contingencias comunes, no obstante y viendo la cantidad de ellas y en qué tiempo se están produciendo en relación a otros años, es bastante plausible pensar que detrás de ellas está directamente el Covid, con todo lo que ello conlleva en cada persona, llegando a la tremenda conclusión de que se está mermando la salud mental de las plantillas en las empresas, tanto por sus efectos en la enfermedad y post covid, como en el deterioro provocado por el miedo al contagio, el aislamiento, la disponibilidad permanente y la crisis económica, entre otras causas, y la siniestralidad laboral.

Así, en los años 2020 y 2021, las muertes por infarto y derrame cerebral aumentaron considerablemente con respecto a los años prepandémicos.

Por todo ello, y aún a riesgo de ser repetitivos, habida cuenta de que este es un tema en el que insistimos con periodicidad, desde las empresas se debe insistir en hacer llegara a sus plantillas las fórmulas para aliviar los síntomas de estrés o ansiedad, y que son, entre otras,

1. Estructurar el trabajo.

2. Racionalizar horarios.

3. Fomentar y facilitar un estilo de vida saludable, con cuidados en la alimentación, ejercicio físico, y mindfulness, 

La adopción de estas “formulas”, requieren de la voluntad de cada trabajador o persona afectada, pero es innegable que en un gran número de los casos, requiere de movimientos por parte de la empresa tendentes a facilitar la ejecución de las mismas, en forma de horarios y estrategias que permitan conciliar en trabajo con este tipo de actividades “liberadoras”… 

Y volvemos a advertir que España, actualmente es el segundo país con mayor consumo de tranquilizantes del mundo, a pesar de su falta de eficacia, según la evidencia científica, y su poder adictivo.