De todo hay en la “Viña del Señor” y con ello fervientes defensores y detractores. Muchas empresas estas medidas de reducción o concentración de jornada continua, se adoptan solo en el periodo estival.
Si analizamos bien los balances, obtenemos como resultado que la productividad, durante estas jornadas reducidas, ha sido igual o mayor a la habitual con horario partido.
¿Cómo es posible?
Facilitar la conciliación de la vida laboral, social y familiar, detrae beneficios directos hacia la empresa derivados del aumento por parte de los profesionales que la integran en:
- Motivación. Están más satisfechos, más felices y con mejor disposición para el trabajo gracias a que tienen tiempo para dedicarlo a su vida personal y a su familia.
- Reducción del estrés. El estrés acumulado repercute negativamente en el rendimiento de los trabajadores, además esto se une a la angustia que les produce el hecho de que las largas jornadas de trabajo les impide dedicar tiempo a la atención de la familia, etc.
- Optimización del tiempo. Al disponer de un menor número de horas para realizar las mismas tareas que antes distribuía a lo largo de una jornada completa, los empleados aprenden a optimizar sus horas de trabajo, a ser más eficaces y resolutivos en la realización de sus labores profesionales diarias.
- Planificación de tareas. Los empleados se verán obligados a aprender a planificar sus jornadas de trabajo con suficiente antelación, por medio de reuniones de trabajo operativas que les permitan distribuir sus tiempos a lo largo de la semana.
- Descanso físico y mental.
- Desconexión. Salir a una hora razonable de trabajar permite a la persona desconectar por unas horas de las preocupaciones laborales.
- Productividad. Esta es la última, pero no menos importante, ya que es la consecuencia lógica de todas las anteriores.
Muchas empresas llegan a estas conclusiones a través del seguimiento de estudios de satisfacción laboral seguidos mediante estudios psicosociales realizados por el Servicio de Prevención en el seno de las mismas.
Atrévete a soñar como sería tu mundo ideal y lo que darías porque así fuera. Lugo empatiza y piensa como les gustaría que fuese ese mundo a tus colaboradores, verás que no hay tanta diferencia… En Europreven trabajamos por un mundo mejor y en este tema te podemos ayudar.
Xavier Pladevall