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27

Feb, 2018

¿Cómo gestionas la PRL en tu empresa? ¿Haces sencillas las cosas?

#PRL #Prevención #Empleado #Empresario #Empresa #Trabajo #Gestión


“Hay que emprender lo fácil como si fuera difícil y lo difícil como si fuera fácil, para no confiarse ni desanimarse. Solo hay que dar algo por hecho para que no se haga; y el esfuerzo diligente allana la imposibilidad. Ante los grades retos no se ha de pensar, sino actuar, porque el ver las dificultades provoca parálisis” 

(Baltasar Gracián)

1. La importancia de lo importante

A menudo, aquello importante se aparta de lado, empujado por lo urgente. Alguien definió una vez lo urgente como “lo importante que no se hizo ayer”.
¿Por qué es tan difícil hacerlo fácil? Las reuniones de preparación para coordinar mejor el equipo, esa formación que sería tan útil trasladar a los que nos rodean, esas mejoras estratégicas para las que nunca se acaba de encontrar tiempo….Muchas cosas sencillas se nos quedan por hacer. 
 
2. La trampa de las urgencias

En las reuniones se determinan diversos planes de acción y, a menudo, muchas de dichas acciones correctoras y/o preventivas que forman parte de nuestros puntos esenciales para el futuro aparecen de nuevo intactas en la siguiente reunión, sin que nadie las haya acometido. Concentrémonos en hacer lo importante y evitemos caer en la trampa de lo inmediato.
 
3. Lo complejo: secuencia de pasos simples

Hasta el mayor de los edificios empezó ladrillo a ladrillo. Empecemos a poner ladrillos y pronto empezaremos a ver los resultados. 
Las dificultades a menudo nublan la mente y generan incapacidad. La complejidad debe afrontarse como una larga secuencia de pasos simples, y así  se debe progresar sin pausa y sin dejarse impresionar por lo que aún queda por hacer ya que esto paraliza o enmaraña más la situación.
 
4. Sencillez, planificación y control, todo un arte

Es, por este motivo, una virtud de los directivos el ser capaces de desglosar lo complejo hasta hacerlo asequible. La planificación y el control se convierten en herramientas que pueden guiar al equipo de mandos intermedios en su travesía por el laberinto de la complejidad, confiados en dar los pasos adecuados que dictó un plan de acción inteligente. Si quieres saber si tu equipo conseguirá el objetivo, solicítales su plan de acción para los próximos meses. No te centres en controlar el pasado, si no concéntrate hacia el futuro. Si tu equipo tiene claro lo que debe hacer y han trazado un buen plan, únicamente debemos controlar su buena ejecución.
 
5. El poder de la escritura

Pensar por escrito dota a las personas de un poder especial. La escritura obliga a pensar dos veces y a concretar los pensamientos, y ambas fórmulas son harto aconsejables para obrar con diligencia. Plasmar las ideas por escrito disminuye el estrés, ayuda a la organización mental y es el primer paso hacia el éxito; porque de lo contrario todo acaba en una vaga idea que con el tiempo va perdiendo fuerza.
 
6. El peso de la información

La visión global que posee un directivo desde su cargo posiblemente no la tengan los miembros de su equipo, y lo que para unos parece obvio puede no serlo para otros. Por tanto hay veces que deberemos facilitarles información avanzada, para que contextualicen el por que de los cambios y/o decisiones.
 
7. Calidad y brevedad

Resulta de vital importancia cuidar la comunicación, debiendo ser esta para que resulte eficaz  clara, concreta y concisa.  La retórica y la demagogia se inventó para los políticos, no siendo herramientas del directivo, pues generan confusión e ineficacia. Las reuniones deberán ser expeditivas 50´ como máximo y cierre, levantando siempre acta.
 
8. ¡Empezar!

Para evitar perdernos en esfuerzos sin valor, elaboremos una relación de todas las tareas a realizar con importancia para el futuro. No hablo de Urgentes, si no de importantes. Una vez confeccione la lista, empecemos por donde sea y hasta que no terminemos no abortemos otra tarea de la lista. Pero empecemos.
 
9. Siempre ahora

Asegurémonos de que siempre tengamos en marcha una de estas tareas importantes para el futuro. Esperar una mejor ocasión es una de las trampas habituales, pues el momento “optimo” para acometer lo importante no llegará nunca. Para empezar a hacer lo importante el momento ideal es siempre ¡AHORA! 
 
Desde Europreven te acompañamos en la difícil tarea de gestionar el cambio preventivo y a integrar la PRL en todas las áreas funcionales en tu empresa. 
 
Para empezar a hacer lo importante el momento ideal es siempre ¡AHORA! 
 

Javier Pladevall




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