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El amianto, se define como el conjunto de silicatos fibrosos, sustancias de origen mineral de composición química variable, que en su rotura y/o trituración son susceptibles de liberar fibras, cosa que no ocurre si en su estado natural no se las manipula. 

Dentro de este gran conjunto podemos distinguir:

• El crisotilo (conocido como amianto blanco) se trata de la variedad más común, se estima que su utilización supera al 90% del total de amianto comercializado.
• La crocidolita (amianto azul).
• La amosita (amianto marrón).

En España, el resto de variedades apenas han sido utilizadas y su forma de presentación es casi exclusivamente como contaminante de otros minerales.

En concreto, se puede encontrar amianto de forma proyectada, teniendo como función el recubrimiento ignífugo de estructuras metálicas que componen los edificios. Por otro lado, también podemos encontrar gran parte de este material en cubiertas de fibrocemento, cuya aplicación fue muy común en España.

Riesgos presentes para los trabajadores con amianto

Las exposiciones a amianto están relacionadas con la presencia de MCA en el entorno de trabajo y de las intervenciones que se realicen sobre los mismos. 

Para la evaluación de las exposiciones de los trabajadores, se necesita la realización de la medición de las concentraciones de fibras en el aire. No en todos los casos será necesario realizar determinadas mediciones.

En los trabajos con amianto podemos distinguir dos tipos de exposición:

• La exposición laboral, de forma que afecta a los trabajadores que ejecutan los trabajos con amianto. (Medición personal).

• La exposición de otras personas que no participan en las intervenciones, durante la ejecución de los trabajos y con posterioridad a los mismos. (Medición ambiental).

En este sentido, las causas más comunes de la exposición ambiental a otras personas entre otras, pueden ser:

• •Falta o deficiencias en el funcionamiento de las medidas preventivas para evitar la dispersión de fibras fuera del lugar de trabajo. 
• Trabajos con contaminación residual del aire del lugar de trabajo, que después de finalizadas las operaciones resulten insuficientes o inadecuadas las medidas preventivas anteriormente descritas, así como deficiencias en las operaciones de limpieza final y descontaminación.

El riesgo de exposición a fibras de amianto depende del tipo de material (friabilidad, variedad de amianto); la naturaleza de la operación de las tareas (agresiva o no agresiva); las herramientas utilizadas y método de trabajo (eléctricas/a presión/manuales, vía húmeda/seca); las condiciones ambientales generales del puesto (espacio reducido y cerrado o exterior al aire libre).

Sarah Uves