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Después de estos meses de confinamiento en casa, ha llegado la hora de salir de nuevo a la calle e ir volviendo a la normalidad de forma ordenada y equilibrada.

Una de las consecuencias que nos ha dejado la actual pandemia que hemos sufrido, y que seguimos sufriendo, son nuevos hábitos en nuestra vida diaria y cotidiana, a los que no estábamos acostumbrados, como muchos os estaréis suponiendo me estoy refiriendo al uso obligatorio de las mascarillas.

Gran parte de la sociedad no está acostumbrada al uso diario y prolongado de este EPI, de echo el término “FFP2”, para un gran % de la población era totalmente desconocido, ya que este EPI, por las características de su trabajo, su uso no es imprescindible para la protección de su salud, y mucho menos su uso cotidiano en la calle.

Todo ello ha llevado al nacimiento de muchas teorías sobre el uso prolongado de las mismas, sobre todo por el desconocimiento sobre su uso, en muchas redes sociales se está leyendo que su uso puede generar HIPOXIA (condición donde no se oxigenan los tejidos adecuadamente, debido a una escasa concentración de O2 en la sangre.)

¿Realmente esto es así?, no hay evidencias científicas que demuestren que un uso prolongado de las mascarillas provoque a sus portadores una carencia de O2, ni HIPERCAPNIA (retención de CO2) exhalado por la propia persona. 

Las mascarillas quirúrgicas, así como las autofiltrates, no llegan a producir estos efectos en la salud de las personas ya que su cometido es la filtración de partículas, no la retención del aire que puede entrar y salir a través de los materiales de los que están compuestas.

Eso sí, su uso nos puede llevar a situaciones antes desconocidas que nos produzca sensación de dificultades para respirar, ahogo, ya que como he dicho la mayoría de las personas no están acostumbradas a su uso, en ocasiones podemos tener un exceso de protección llegando a llevar varias mascarillas a la vez, perdiendo capacidad para el intercambio de aire de CO2 por O2, no hacer un uso correcto de las mismas, usándolas más tiempo de lo indicado por sus fabricantes lo que lleva a una pérdida de sus propiedades técnicas, o incluso el uso de mascarillas caseras, o de materiales que no cumplan las características técnicas necesarias, todo ello nos lleva sensaciones anteriormente desconocidas a las cuales nos debemos acostumbrar.

Mariano Villalón

Técnico Superior PRL