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Analizamos la tipología, síntomas y tratamientos más avanzados para esta enfermedad que afecta a nuestra capacidad pulmonar

La silicosis representa uno de los retos más importantes de nuestra era. Se trata de una enfermedad pulmonar sin cura, sin tratamiento específico, sin posibilidad de vacuna a corto plazo y que presenta sus síntomas años después del contagio del paciente.

Obviamente, estos obstáculos no son insalvables ni tampoco reducen el ritmo de las investigaciones médicas, sino todo lo contrario. La investigación de la silicosis tiene cada vez mayor peso en la comunidad científica y, gracias a ello, se van consiguiendo pequeños pero efectivos avances.

¿Qué es la silicosis y por qué es tan grave para la salud?

La silicosis consiste en una enfermedad pulmonar desarrollada gradualmente por la inhalación prolongada de polvo de sílice cristalina como cuarzo o silicatos como talco.

Como hemos indicado, uno de sus grandes inconvenientes es que muestra sus síntomas tiempo después de producirse esa inhalación. De hecho, puede tardar muchos años en aparecer, lo que dificulta su identificación en el momento de contagio, salvo que se identifiquen claramente las condiciones que lo han propiciado.

Tipología

Esto nos ha permitido con el tiempo identificar hasta tres tipos de silicosis:

1. Silicosis aguda: es la que aparece a los 4 o 5 años desde una exposición en espacios donde la concentración era muy alta.
2. Silicosis acelerada: su aparición se puede dar de 5 a 10 años después de la exposición, cuando la concentración en ese espacio ha sido alta, pero no tanto como en la tipología anterior.
3. Silicosis crónica: en este caso aparece cuando han pasado 10 años o incluso más desde la exposición, en espacios con niveles de concentración moderados.

Sin identificar factores de riesgo, ha sido realmente difícil detectar la silicosis hasta que los síntomas han estado claramente presentes.

Síntomas

Hoy en día ya sabemos que algunos de los síntomas son los siguientes:

• Una tos seca y persistente.
• Falta de aliento y/o fatiga en cuanto se hace ejercicio.
• Dolor constante en el pecho.
• Pérdida de peso involuntaria.
• Escalofríos.
• Fiebre alta.

Situación médica actual con la silicosis

Actualmente si una persona recibe como diagnóstico que sufre silicosis, primero se identifica la tipología en que se enmarca y, posteriormente, se relacionan los síntomas que sufre. No hay cura para la silicosis, pero sí existe tratamiento para los síntomas que se pueden presentar, con el fin de mitigarlos todo lo posible y frenar el desarrollo de la enfermedad.

En suma, se intenta aportar una mejor calidad de vida al paciente, siendo conscientes de que no existe la posibilidad de eliminar dicha enfermedad por completo.

Algunos de los tratamientos utilizan compuestos como los siguientes:

• Pirfenidona y Nintedanib, ambos efectivos con la fibrosis pulmonar idiopática, entre otros problemas.
• Tetrandrina, para reducir inflamación y fibrosis en vías respiratorias.
• Compuestos herbales antiinflamatorios y antifibróticos, que también suprimen la activación de los inflamasomas.
• Trasplante de pulmón, como solución temporal y en los casos más graves en los que ningún tratamiento es efectivo.

Tratamiento a través de la fibrosis pulmonar idiopática

La fibrosis pulmonar idiopática es una de las posibles consecuencias que pueden desarrollarse por tener silicosis. Se trata de un problema muy específico que permite un enfoque concreto para su cura, pero antes hay que conocerlo perfectamente.

En esto es en lo que se está avanzando en la actualidad. Recientes investigaciones han permitido comprender su patogénesis y, en consecuencia, se plantea la posibilidad de probar nuevos tratamientos que sean efectivos.

De esta manera, se propone un avance en el tratamiento de silicosis actuando directamente sobre las consecuencias de salud que genera y que, además, pueden ser diferentes para cada paciente.

Nuevo avance en el tratamiento con células madre

En la lucha contra la silicosis se utilizan todas las estrategias posibles. Entre ellas se está probando también un tratamiento con células madre magnetizadas y ha obtenido resultados esperanzadores. En una investigación realizada con ratones, se han aprovechado células madre mesenquimales (CMM) reprogramadas para reducir una inflamación pulmonar desarrollada por la presencia de partículas de sílice.

Estos ensayos médicos confirmaron reducciones notables en la elastancia pulmonar estática y en la presión resistiva y el área de granuloma, aportando a los ratones una mejora en su capacidad pulmonar. Es un pequeño paso que puede abrir muchas vías de trabajo. El problema es que las CMM son efectivas transitoriamente. Es decir, que se quedan en los capilares pulmonares al principio, pero en 24 horas el cuerpo humano puede eliminarlas.

Con esta situación, la ciencia médica sólo puede seguir avanzando y probando ensayos y tratamientos, hasta lograr objetivos como una cura o un tratamiento adaptado a cada paciente.

Mientras tanto, también es importante la prevención. Ahora que sabemos qué factores inciden en el desarrollo de silicosis en el entorno de trabajo, es posible aplicar medidas específicas, con las que prevenir al máximo su desarrollo.

FUENTE: Crónica Global - El Español