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Siempre estamos pendientes de ir valorando, sin perder la fe, el cómo mediante las mejoras en los derechos y políticas laborales, se puede ir incidiendo en una paulatina reducción de la siniestralidad laboral, así como en una mejor salud mental de los trabajadores.

Así, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en el ya cerrado 2023 se han producido menos accidentes que en los años anteriores.

Por los estudios de seguimiento que se están realizando, parece que hay quien empieza a concluir que tras la reforma laboral que combatía la contratación temporal, han bajado los accidentes, atribuyendo de alguna manera esta circunstancia al cambio de paradigma contractual y dado que efectivamente, se han registrado número de accidentes diferente según el tipo de contrato.

Así, resultó que de entre los contratos temporales, han tenido un índice de incidencia de accidentes laborales en jornada de hasta un 71% superior, al de los contratos indefinidos.

Este hecho hay quién lo asocia a la precariedad en la contratación temporal, las jornadas largas, jornadas poco definidas o cambiantes o la intensidad del trabajo.

También atribuyen este hecho de la temporalidad a la afectación en los problemas de salud mental en la población trabajadora, situando el impacto de la salud mental en hasta 2,5 veces mayor en los trabajadores más precarios, y se manifiesta a través de un mayor estrés, ansiedad o depresión, pudiendo ser un nexo causal o un riesgo más en la producción de accidentes de trabajo.

No en vano, y a raíz de lo comentado hay que destacar que, tristemente, España encabeza el ranking de los países que más ansiolíticos e hipnóticos consume del mundo por habitante.

Con todo y con ello, parece que aún es pronto para determinar si realmente la reducción de la temporalidad contractual va de la mano de la reducción de accidentes laborales.

Lo que sí es del todo claro, es que hay que seguir trabajando en las mejoras laborales y en la concienciación de integrar en las empresas la prevención de riesgos laborales y la cultura de la seguridad y salud, también en el plano psicosocial de la salud mental.