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El viernes tuvo lugar el VIII Encuentro de la Red Española de Empresas Saludables (REES). Este proyecto de la REES empezó hace 10 años dedicado a la promoción de la salud laboral y al reconocimiento del trabajo en esta materia llevado con éxito en empresas y organizaciones. Y se ha hecho entrega del Reconocimiento de “Buenas Prácticas en Promoción de la Salud” y el Reconocimiento de “Empresa Saludable y Sostenible en Promoción de la Salud en el Trabajo”.

Las empresas saludables aparte de cumplir con la normativa de PRL, promueven la salud de sus trabajadores a distintos niveles. Para una adecuada gestión de empresa saludable debemos trabajar en la combinación integrada de reducir los factores de riesgos, y trabajar en el bienestar físico, mental y social del trabajador. 

El modelo de empresa saludable es aplicable a cualquier empresa, independientemente del tamaño o actividad.  De lo que no puede prescindir si quiere tener éxito es de la participación activa de todos los trabajadores y del compromiso de la dirección. De forma que, entre todos, puedan aportar propuestas ajustadas a la realidad que tienen en la empresa, número de trabajadores varones, número de mujeres, actividad que se desarrolla, horarios, ubicación… Propuestas que pueden ser más o menos imaginativas, pero siempre integradoras, iguales para todos, serán propuestas “a medida” para la organización. No tienen por qué necesitar de una inversión económica significativa, pero si tendrán que contar siempre como ya he comentado con una alta implicación y compromiso por parte de todos. 

Actualmente la salud cardiovascular y la salud mental plantean un verdadero reto. Así, dentro de la segunda edición del Reconocimiento a la “Mejor Acción en Promoción de la Salud en el Trabajo” se ha concedido un premio y dos accésits en las categorías de Salud Cardiovascular y Salud Mental. Dada la gran importancia e incidencia que tiene en el entorno laboral.

Los datos que se aportan desde la Fundación Española del Corazón, sobre la población en general es que el 22,8% tienen el colesterol alto, el 22% están con hipertensión, el 7,1% padecen diabetes, y el 16% y subiendo son fumadores. 

Teniendo en cuenta que la presencia de 2 o más factores de riesgos multiplica de forma exponencial el riesgo de sufrir un infarto o un ictus y que el 50% de los pacientes tienen habitualmente dos o más factores de riesgo, se hace prioritaria la promoción de la salud y de hábitos saludables en la prevención de enfermedades cardiovasculares a todos los niveles y en la empresa en particular.

Hay un dato que me sorprende especialmente, aportado por el Instituto Nacional de INSST. Analizando el año 2021 y revisando los problemas cardiovasculares y los eventos cerebrovasculares que se dieron, generaron 10.000 muertes más que la COVID, que supone el 40% en siniestralidad laboral mortal. 

Respecto a salud mental, el estrés, la depresión y la ansiedad son cada vez más frecuentes en nuestros lugares de trabajo. Tenemos que trabajar en la prevención y detección precoz, hacer evaluaciones de riesgos psicosociales y enfocar acciones específicas. 

En el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, se ha observado que el 75% de las visitas al médico son por problemas relacionados con el estrés, y aproximadamente algo más del 15% de los días de baja registrados en 2021 responden a enfermedades mentales. 

Para la prevención se hace imprescindible, la implicación y compromiso por un lado del empresario, integrando la salud en toda la política de la empresa, y proporcionando entornos y condiciones de trabajos seguras y saludables. Y por otro los trabajadores, participando en los procesos y cuidando de su propio bienestar.

Integrar las iniciativas saludables en la estrategia empresarial, beneficia no solo a la gestión de la prevención de riesgos laborales y viceversa, también: 

• Hace a la empresa más competitiva, aumenta la productividad

• Evita el absentismo, 

• Disminuyen las enfermedades profesionales. 

• Se genera un clima laboral más adecuado, hace que los trabajadores se identifiquen con la empresa, adquieran conciencia de equipo y se sientan más motivados. 

• Desde una perspectiva más amplia, fomenta medidas saludables fuera del ámbito laboral, mejorando su calidad de vida. 

Son tres los frentes principales sobre los que debemos trabajar la alimentación, la actividad física y la salud emocional. Las empresas que adoptan estas medidas entendieron que la promoción de la salud amplia y fortalece su capital humano.