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Aunque ya nos hemos acostumbrado al empleo de mascarillas, hay algunas diferencias entre los diferentes modelos que es preciso recordar. Por eso en el presente artículo vamos a repasar los principales modelos de mascarillas. Vamos a encontrar 3 tipos diferentes, y en función de nuestro estado de salud o situación laboral emplearemos una u otras. Así se distinguen las mascarillas higiénicas para los individuos sanos, las mascarillas quirúrgicas para las personas enfermas y las mascarillas EPI para el personal que trabaja en contacto con el virus.

Es prioritario recordar que en ningún caso las mascarillas justifican evadir otras normas de seguridad, especialmente el distanciamiento social o la higiene de manos. En el caso de las mascarillas EPI son el recurso compensatorio ante la imposibilidad de evitar la distancia social, por ejemplo.

Independientemente del tipo de mascarilla que se emplee, hay una serie de normas comunes a todas ellas, como son:

• Cuando por su uso se encuentre humedecida, sucia o deteriorada, hay que cambiarla.
• No se recomienda el uso de las mascarillas más de 4 horas seguidas, por comodidad e higiene.
• Siempre han de emplearse, tratarse e higienizarse atendiendo a las instrucciones del fabricante, de lo contrario no está garantizada su eficacia. Deben tener una eficacia de filtración bacteriana (EFB) aceptable, es decir, deben actuar como un buen filtro.

Mascarillas higiénicas

Son aquellas destinadas a las personas sanas. Hay que aclarar que no constituyen un EPI. Pueden ser reutilizables (lavables) o desechables y se pueden vender en cualquier establecimiento.

Podemos dividirlas en 3 clases:

• Cumplen con la Orden CSM/115/21, de 11 de febrero, por la que se establecen los requisitos de información y comercialización de mascarillas higiénicas.
• No cumplen con esta, pero si con las especificaciones UNE 0064 y 0065, que son requisitos técnicos deseables.
• No cumplen con ninguna especificación.

Nos interesa por supuesto que se cumpla con la normativa recientemente publicada y las normas UNE ya que asegura unas condiciones mínimas para este tipo de mascarillas, por ejemplo que las reutilizables tienen una EFB (Eficacia de Filtración Bacteriana) igual o superior al 90% mientras que en las no reutilizables esta cifra alcanza el 95 %.

Mascarillas quirúrgicas

Son las clásicas mascarillas de colores azulados y verdes, rosas en algunos casos, que llevan los cirujanos y el personal clínico. Estas son para las personas enfermas, ya que evitan la transmisión de agentes infecciosos al filtrar el aire exhalado y con él deteniendo la dispersión de virus al estornudar, toser o hablar. Estas sólo se venden en farmacias.

Según su EFB pueden ser de tipo I o tipo II e incluso de tipo IIR si además resisten salpicaduras de líquidos biológicos. Deben cumplir la norma UNE 14683 y contar con el certificado europeo (CE).

Mascarillas EPI

Estas sí son equipos de protección individual y son las apropiadas para trabajadores expuestos a la COVID-19 y grupos vulnerables en los que sea prescrita por orden médica. Su particularidad es que filtran el aire inhalado. Se pueden encontrar en farmacias, establecimientos especializados y grandes superficies.

Existen diferentes tipos, de menor a mayor protección: FP1, FP2 y FP3. Si llevan filtro se ordenan también de menor a mayor protección: P1, P2 y P3.

Deben contar con el certificado europeo (CE) y cumplir con la norma UNE EN-149. A su vez hay que atender a si son NR (no reutilizable) o R (reutilizable).

Conclusiones

• Las mascarillas higiénicas y quirúrgicas nos protegen a nosotros si las usamos junto al resto de medidas de seguridad, protegiendo también a los demás, especialmente las mascarillas quirúrgicas.
• Para gente sana: higiénicas. Para enfermos: quirúrgicas. Para profesionales expuestos al SARS-CoV-2 y personas vulnerables, por orden médica: mascarillas EPI.
• Las mascarillas EPI nos protegen principalmente a nosotros, y también cuidan de contagiar a los demás.
• Debemos seguir las instrucciones del fabricante en todo momento, no usando la mascarillas más allá del tiempo que este recomiende, no lavándose si no especifica que es lavable y si lo es seguir el procedimiento que describa, y por supuesto desechar cualquier mascarilla que esté deteriorada, dañada o sucia.

Instrucciones sobre cómo colocar la mascarilla

Es importante seguir correctamente estas instrucciones puesto que la mascarillas es un elemento que se puede contaminar fácilmente y debemos cuidar que esto no suceda, sobre todo teniendo en cuenta que es una protección que se coloca en el rostro.

Dr. Santiago Villoldo Martín