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En la mañana del 20/04/22 se ha publicado en el BOE el Real Decreto 286/2022, en el que se regula los ámbitos y espacios donde la mascarilla continuará siendo obligatoria.

Es este sin duda, un Real Decreto esperado y deseado, aunque desde mi punto de vista, excesivamente escueto.

En el mismo se recomienda el uso de la mascarilla en cualquier situación en la que se mantenga contacto con otras personas en lugares sin ventilación, concurridos o a menos de 1,5 metros, para todas las personas vulnerables.

Para el resto de personas, se recomienda un uso responsable de la mascarilla en los espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado, como también se recomienda el uso responsable de la mascarilla en los eventos multitudinarios.

En el entorno familiar y en reuniones o celebraciones privadas, se recomienda un uso responsable en función de la vulnerabilidad de los participantes.

En los centros sociosanitarios y, en particular, de las residencias de mayores, donde la vulnerabilidad de sus ocupantes es más alta así como la probabilidad de transmisión también es elevada, sobre todo ante la aparición de brotes, y ello dado que allí residen estas personas, el uso permanente de la mascarilla continuará, como continuará también en los medios de transporte, aéreo, por ferrocarril o por cable, en el transporte público de viajeros y en los espacios cerrados de buques y embarcaciones, cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad. No obstante, se ha considerado que esta obligación de utilización de la mascarilla no debe mantenerse para los andenes y estaciones de viajeros.

Es en el ámbito laboral, donde el real decreto queda más abierto, y es que,  aunque con carácter general, no resultará preceptivo el uso de mascarillas, los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo, podrán determinar las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse en el lugar de trabajo o en determinados espacios de los centros de trabajo, incluido el posible uso de mascarillas, si así se derivara de la referida evaluación.

Con todo y con ello, quedamos a expensas de un protocolo que desarrolle esta norma por parte del Gobierno, tal y como ha venido haciendo a lo largo de todo este periodo Covid, para ir perfilando de verdad esta nueva normalidad.