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25
Ago, 2023
Con la llegada de finales de agosto y el período vacacional en pleno apogeo, muchos aprovechan para desconectar, recargar energías y reflexionar sobre los desafíos que les esperan a la vuelta. Es un momento propicio para hacer un alto en el camino y pensar en cómo cuidar nuestro bienestar emocional y mental en el entorno laboral.
Precisamente, en este contexto, nos parece oportuno recuperar la entrevista que nuestro compañero Xavier Pladevall realizó a Fátima Jiménez, experta en riesgos psicosociales, en la que abordaron las repercusiones de la pandemia en la salud mental de los trabajadores, el auge del teletrabajo y las estrategias para manejar el estrés y las emociones en el ámbito profesional. Un diálogo esencial para entender el panorama actual y las herramientas que disponemos para enfrentar los desafíos psicosociales en el mundo laboral.
Sí. Hace algún tiempo leí el III Estudio de Salud y Vida de Aegon, donde el 90% de los españoles afirmaba haber sufrido estrés laboral en algún momento del año 2020, debido a la situación derivada de la pandemia por Covid-19.
Personalmente, creo que estos son datos muy preocupantes y que, sin duda, evidencian una mala gestión (y una ausencia total) de prevención de los riesgos psicosociales en el ámbito laboral.
Sin embargo, también entiendo que esta situación puede ser una gran oportunidad para aprender a integrar proactivamente los riesgos psicosociales como parte fundamental en la prevención de riesgos laborales y en la protección de la salud integral de todos nuestros trabajadores.
La situación de inestabilidad e incertidumbre provocada por la pandemia ha influenciado mucho, potenciando en los trabajadores sensaciones y emociones como:
Además, debemos tener en cuenta que, durante el confinamiento, la mayoría de las empresas optaron por continuar desarrollando su actividad a través del teletrabajo, sin saber cómo hacerlo y sin proporcionar a los trabajadores los medios necesarios para desarrollarlo correctamente.
Sin duda.
El teletrabajo implica una organización del trabajo diferente y otra forma de trabajar. Implementarlo correctamente no es tan fácil, ni tan inmediato, como encontrar un espacio en casa y comenzar a usar la computadora.
Además de que el lugar para realizar el teletrabajo debe estar acondicionado para ello, y que el trabajador debe disponer de todos los medios (técnicos, económicos y productivos) para poder desarrollarlo adecuadamente, también hay que prestar atención a su dimensión psicosocial y al deterioro en la salud mental y emocional que puede llegar a producir el teletrabajo.
Las herramientas para prevenir la aparición de riesgos psicosociales son muchas y muy variadas, pero considero que las más efectivas son, esencialmente, dos: la evaluación de riesgos psicosociales y los tests de situación emocional.
En la evaluación de riesgos psicosociales, se abordan cuestiones como las actitudes, emociones o la motivación de los empleados. De esta forma, se tratan aspectos que no aparecen en las evaluaciones de riesgos laborales tradicionales, lo que permite crear un plan preventivo que tenga en cuenta todos y cada uno de los factores que pueden influir en el bienestar y la salud de los trabajadores.
Por otro lado, los tests de situación emocional ayudan a detectar precozmente alteraciones en la salud emocional y mental de los trabajadores, ayudando a crear un entorno más seguro y saludable, al mismo tiempo que productivo y competitivo.
Por lo tanto, creo que tanto las evaluaciones psicosociales como otras intervenciones preventivas (tests, formaciones, etc.) se convertirán en un instrumento tan necesario como crítico en el manejo del nuevo clima laboral en muchas organizaciones. Y es que las empresas que tengan la sensibilidad, capacidad, empatía, compromiso y voluntad de adaptarse a esta nueva normalidad, se recuperarán mucho más rápidamente de esta crisis y de su "resaca".
Los puntos más importantes a considerar como medidas preventivas o acciones correctoras son:
Existen diferentes técnicas para mejorar la gestión de las emociones y el estrés en el ámbito laboral, como el autoconocimiento a través del Coaching por valores o la comunicación asertiva.
Sin embargo, una de las técnicas que más se está implementando en el panorama laboral, y con grandes resultados, es el Mindfulness.
El Mindfulness es una práctica basada en la meditación vipassana que consiste en estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar, apegar o rechazar de alguna manera la experiencia.
A través de diferentes ejercicios de concentración, se pretende que la persona preste atención a sus pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin que se detenga a juzgar si estos son adecuados o no.
La atención, por tanto, se enfoca en entender y sentir lo que percibe en su cuerpo, sin entrar a reflexionar sobre sus posibles causas o consecuencias, o intentar buscar soluciones. De esta manera, se logra mejorar el nivel de concentración y reducir los niveles de estrés y ansiedad.
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