Seguridad y salud en los empleos derivados de la digitalización
#PRL #Prevención #RiegoLaboral #Empleado #Trabajo #Digitalización
Es la vocación de todo prevencionista llevar la prevención a través del asesoramiento y apoyo a todos los puestos de trabajo, para garantizar que todos los empleos, independientemente de su forma jurídica o del empleador que los haya generado, cumplan con los requisitos de seguridad y salud.
Cada vez con más frecuencia nos encontramos puestos de trabajo muy lejos de los que vienen siendo habituales, y ello debido a la paulatina e imparable irrupción de las nuevas fórmulas de empleo que se van instalando en nuestro mercado laboral, con motivo, en gran parte, de la digitalización de la economía.
Así, vamos viendo como normal que trabajadores de grandes empresas, así como personas que colaboran en distintos lugares a modo de freelance, trabajen desde casa de forma remota.
Aquí suele venir un problema, y es que los profesionales que trabajan de forma remota no tienen la conciencia ni asumen la responsabilidad de la importancia de seguir unas buenas pautas de PRL para desarrollar sus labores de una forma segura para su salud. La mayoría de ellos adopta posiciones incorrectas porque no cuenta con los medios adecuados para llevar a cabo sus tareas, de la misma manera que tampoco realizan los descansos pertinentes para estirar las piernas o relajar la vista.
El peligro inminente de todo ello, desde el punto de vista tanto preventivo como laboral, va muy vinculado a la posibilidad de llegar tarde a cubrir estos puestos y no poder evitar la precarización de las condiciones laborales, en los términos previstos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y por nuestra legislación interna, para definir las condiciones de trabajo, la protección de la seguridad y salud en el trabajo, descansos, etc.
En teoría, esta irrupción de puestos tan tecnológicos, deberían servir para mejorar nuestra calidad de vida y debería igualmente servir para facilitar el desempeño de las funciones propias de los puestos de trabajo y mejorar, a su vez, la eficiencia y productividad de trabajadores y empresas, y por ello se ha de velar para que no acabe convirtiéndose en una nueva herramienta de precarización de las condiciones de trabajo.
Con todo, llegamos a la triste conclusión de que aún queda mucho camino por recorrer en un campo que apenas ha comenzado a abrirse en nuestro mercado laboral.
Tomás Rosser