Blog

En el día a día, hay numerosas situaciones que pueden dar lugar a situaciones de emergencia: desde la realización de nuestro trabajo, sobre todo aquellos que son de especial peligrosidad, hasta la concentración de personas en un espacio reducido.

Pero, ¿cuál es la definición de emergencia? Se podría definir como “aquella situación en la que existe el riesgo de un posible desarrollo o desenlace con consecuencias catastróficas, tanto en lo que se refiere a pérdidas humanas como materiales”. Todas las medidas de prevención y protección que se hayan implantado en centros de trabajo, centros comerciales, hospitales, etc., se recogen en un documento que denominamos: PLAN DE EMERGENCIA.

Según la NTP 361, lo que se pretende con este plan, es optimizar todos los recursos disponibles. Para ello, todos los centros deberán estar dotados de medios de protección suficientes, habrán tenido que realizar una identificación de los posibles riesgos y, por último, tendrán que implantar este plan.

¿Cuáles son los factores que justifican dicha implantación?

En primer lugar, la densidad de ocupación. En un lugar muy concurrido, habrá dificultad de movimiento por parte de los ocupantes y probablemente, existirá una dificultad para poder recibir y percibir señales que avisen de que existe un peligro.

En segundo lugar, las características de estos ocupantes. Esto es: edad, movilidad de las personas, conocimiento, cultura preventiva, etc.

Por otro lado, tendremos también existencia de personal que no utiliza el edificio/centro como uso habitual y, por lo tanto, están expuestos a no conocer en profundidad el lugar y tener desconocimiento en cuanto a vías y salidas de evacuación, medios de protección, etc.

Y, por último, limitaciones lumínicas que nos exponen a riesgos de atropellos, caídas, etc.

Por lo tanto, para poder elaborar un plan de emergencia, se deberá tener primero en cuenta la evaluación de riesgos del centro en cuestión, los medios de protección existentes y de todo ello se derivará dicho documento, que es básicamente, un esquema que recoge las actuaciones en caso de emergencia.

Para terminar, la acción más importante es la de implantar este Plan de Emergencia. Y para asegurarnos de que está funcionando correctamente, habrá que realizar simulacros, programa de implantación y mantenimientos, investigación de siniestros, etc., para comprobar que se cumple con lo establecido y que, en caso de emergencia, estamos formados e informados sobre cómo debemos actuar.

Sara Juste