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09
Nov, 2022
Hoy voy hablaros de algo distinto, pero sin olvidarme nunca de vuestra salud y seguridad.
Como ya sabréis, y como el mundo se empeña en recordarnos con todos esos adornos navideños, la Navidad está a la vuelta de la esquina. Y, entre villancico y villancico, sólo tenemos tiempo para comer, beber y dormir -lo que se pueda-.
Creo que no os descubriré nada nuevo si os digo que por estas fechas, los excesos en cuanto a alimentación se refiere, están a la orden del día. Nuestra cultura y tradiciones nos incitan a ello. Pero dejarme que os dé un consejo: hay vida más allá del polvorón.
Como dato curioso, a la vez que preocupante, comentaros que los españoles engordamos, de media, 2kg sólo en Navidad. Las consecuencias que tales excesos generan en nuestro organismo son fatales. Además del evidente aumento de peso, existen otros fenómenos nocivos para nuestra salud, directamente relacionados con esas copiosas comidas. El Almax, medicamento que se utiliza contra la acidez y ardor de estómago -juro que nadie me ha pagado para que haga publicidad de este fármaco- aumenta sus ventas durante este periodo vacacional. Y es que, el sobreesfuerzo que debe hacer nuestro estómago para digerir tal ingente cantidad de comida, deriva en acidez y pesadez abdominal, pudiendo incluso provocar pancreatitis o cólicos biliares. Así mismo, las consecuencias a largo plazo son igualmente preocupantes: aumento del colesterol, desequilibrios metabólicos, hipertensión arterial o diabetes.
Expuestos los posibles achaques que podemos sufrir por esas tentadoras comidas de Navidad, vamos con las medidas que os pueden ayudar a combatirlas. Mantener una buena salud en tu empresa, es clave para que no hayan bajas durante estas fechas, ni con posterioridad. Como siempre decimos: mejor prevenir que curar.
Lo importante de la Navidad no deberían ser esas comidas tan espléndidas, a la vez que calóricas. Sino el estar reunidos con la gente a la que queremos y apreciamos. Por eso mismo, se pueden disfrutar de estas fechas sin atiborrarnos hasta las cejas.
Partiendo de la base de que a todo el mundo le gusta comer, y comer bien a ser posible, a continuación, os daré algunos consejos para hacer vuestras Navidades, y la vuestros trabajadores, más saludables:
Mantener el horario habitual en vuestras comidas. Una de las características de la Navidad es el descontrol en cuanto a horarios se refiere. Nos levantamos tarde, comemos tarde y cenamos pronto. Tenemos que evitar esto, ya que propicia a que no controlemos la comida que ingerimos.
Nada de hacer ayunos para después comer. Hay gran parte de la población que cree que, si no desayuna, por ejemplo, podrá comer más sin engordar. Esto es un mito que hace años han ido desmentido los nutricionistas. Los abusos son siempre malos, aunque hayamos ayunado previamente.
Compensar las comidas. Es cierto que, inevitablemente y por más que nos esforcemos, siempre habrán comidas más calóricas en los días señalados. Por eso, es importante que controlemos la dieta los días previos, ingiriendo fruta, verdura y hortalizas. Debemos mantener una dieta equilibrada y light que permita compensar esas comidas tan pesadas.
Hacer deporte y evitar el sedentarismo. Durante las Navidades, podemos dejar en segundo plano nuestras preocupaciones o tensiones diarias, pero no debemos olvidarnos de hacer ejercicio y salir a caminar. Algo tan simple como dar un paseo, ayudará a eliminar calorías y a depurar nuestro organismo.
Reducir la cantidad de embutidos y procesados. Hago un llamamiento a los responsables de las famosas cestas de Navidad: no atiborreis a vuestros empleados con embutidos y patés. Hay otras alternativas más saludables.
Planificar el menú. Este punto se debe tener en cuenta tanto en el ámbito personal como en el laboral. En casa, intentar compensar los alimentos en comidas y cenas. Así mismo, optar por poner acompañamientos vegetales, que dan sensación de saciedad y frescor. En el ámbito del trabajo, antes de decidir el restaurante al que acudir para hacer la cena de Navidad, fijáos muy bien en el menú. No es necesario que los entrantes sean excesivos, si los primeros platos ya son copiosos. La finalidad es pasarlo bien, no salir rodando.
Ojo con los aperitivos. Son los enemigos a evitar, ya que no producen sensación de saciedad y son muy calóricos. Debemos evitar picotear sin control alguno y ser conscientes de lo que estamos comiendo.
Limitar el consumo de alcohol. Está bien tomarse una copa, y dos, y tres. Pero debemos poner freno. Además de aportarnos calorías vacías y provocarnos daños en el sistema digestivo y nervioso, puede ser el detonante de discusiones y, desafortunadamente, de accidentes.
Espero que estos consejos te sean de utilidad y los compartas con tus trabajadores. Velar por su salud significa velar por la salud de tu empresa.
¡Hasta pronto y...FELIZ NAVIDAD!
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